Loiz M Arroyo

Tu cosecha llegará si aprendes a esperar. No te rindas.

Post note with the message No te quites, no te rindas. Tu cosecha llegará si aprendes a esperar. Cinco consejos.

El año se está acabando y para muchos el 2023 ha sido un año difícil y desafiante. No te des por vencido y continúa el camino.

Aprende a esperar y a continuar mientras caminas tu propósito. Dios no te invita a caminar con ÉL para luego dejarte a mitad del camino. La vida tiene muchas pruebas, pero sólo tú puedes sabotear lo que Dios tiene para ti si te rindes, distraes o conformas con menos o algo más rápido. 

Gálatas 6:9 No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.


Ayer me salió un mensaje que decía “Se necesita coraje para empezar, pero consistencia para terminar… y si te rindes, siempre estarás comenzando.” A consistencia le añadiría FE y PERSEVERANCIA porque sin ellas cuando te canses, tu propósito te cuestionarás y querrás renunciar.

Se vale estar cansada.
Se vale detenerse.
Se vale caer.
Pero no te quedes en el suelo
o regreses a lo que ya habías superado
porque hacia al frente, te debes mover.

Realmente creo que este año será de muchos cambios si estás dispuesta a continuar. Las promesas de Dios pasan en su tiempo y, antes de verlas materializadas, por un proceso debemos pasar.

Te dejo cinco consejos que utilizo cuando me empiezo a cansar y la primera es esencial:

Ora: Nadie mejor que Dios para darte paz, claridad y fortaleza en medio de la tempestad. Haz esta antes que las demás.

Reflexiona: Mira hacia atrás por un momento para que veas y realices cuán lejos Dios te ha traído y de todo lo que te ha protegido.

Haz inventario: Haz una lista de todo lo que has logrado por más pequeño que sea. Cuando lo pones en papel, te das cuenta de que todo lo que Dios te ha permitido lograr ha requerido, esfuerzo, tiempo, sacrificios y hasta sobrepasar momentos de adversidad.

Recuerda: Ten presente el por qué empezaste tu camino y mira hacia sólo adelante. Enfócate en ÉL, en su meta, en su resultado, en lo que ÉL te prometió y no en tus circunstancias, ambiente o alrededor.

Agradece y suelta: Da gracias por todo lo que has vivido, incluyendo tus propios errores y las pruebas que te han tocado pasar. Dios ha lo usado todo para crecerte, madurarte y redirigirte hacia donde debes estar.

No te rindas en el medio del camino; nunca sabes cuán cerca estás de aquello que deseas lograr. Y, si estás cansada, afligida y con ganas de renunciar, recuerda que aun y cuando tus planes y línea de tiempo fracasen, los PLANES DE DIOS NUNCA FALLARÁN. ¡Quizás no los veas ahora, pero si continúas en SU momento los verás!


Sigue hacia adelante.
Ten fe. Confía. Continúa.

Facebook
LinkedIn
Twitter
Pinterest
Email